sábado, 20 de noviembre de 2010

Sabes a amor, a mi amor.

En el paraíso de tus ojos,
me pierdo porque estoy perdido,
en la paz de tus labios,
me encuentro porque estoy contigo,
en el universo de tu alma,
vivo con mil sentidos,
en ti, vivo amándote.
Sabes a silencio y a sueños,
con melodías de ternura
y tacto de deseo,
sabes a mi mundo,
a todo lo que anhelo,
sabes a amor, a mi amor

lunes, 15 de noviembre de 2010

Me muero de celos

-¡¡Estoy hartaa!!
- ¿Que te pasa mi amor?
- ¡Que estoy cansada e indignada, no puedo maaas!
- ¿He hecho algo mal o que te haya molestado?
- ¡Por supuesto que sii! ¡Llevas haciéndolo toda tu vida!
- ¿El que mi vida? Te juro que si me dices que es dejaré de hacerlo... haría cualquier cosa por ti.
- ¡Mentira! ¡Nunca dejaras de hacerlo! ¡Aunque me veas muerta de celos! ¡No te das cuenta que no soporto verte con ellas!
- Jamás estaría con otra que no fueras tu. No tienes porque sentir celos de nadie.
- ¡Si siento celos! Envidia, rabia, impotenciaaa! ¡¡Me muero de celos al pensar que cada noche tus sabanas rozan tu piel y duermes abrazado a tu almohada y no soy yo ni quien te acaricia, ni quien te abraza!!

Dejà vu

Te veo. Me estas mirando. Creo que hace un buen rato que me observas. La verdad es que me suenas bastante y no se de que. No te ubico en mi memoria, pero parece que tu si me conoces y no te atreves a hablarme. Me acerco:
- ¿Perdona?
- ¿Si?
- ¿Nos conocemos? - Me besas-
- Desde luego, llevo soñando con este momento toda mi vida y desde entonces me siento aquí a esperarte. Gracias por acercarte, ¿Me permites entrar en tu vida?
- Tengo la sensación de haber vivido ya esto - Te permito conocerme en esta nueva vida.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Mi herida 13.05.2006

Otra vez me persigue este sudor frío, que me duele, que me amarga, que me ahoga, y no puedo hacer nada. Solo me queda ser fuerte pero no lo soy, no puedo volver al pasado y buscar un remedio. Solo me queda llorar y llorar en mi silencio.

Me duele tanto no poder hacer nada contra este sufrimiento que me raja el alma y hace sangrar mi corazón, tengo como un agujero dentro de mí que da salida a todas mis lágrimas y no permite salida a la rabia. La rabia que tengo dentro de mí desde el día que me enteré, la rabia que quiere salir y no puede.

Yo te perdono por encima de todas las cosas, pero es que no puedo calmar mi dolor de ninguna de las maneras. Solo tus mentiras son mis tiritas, pero yo necesito más que eso, necesito la verdad, por mucho que me duela estoy dispuesta a perdonarte por estos dos años que nos han unido. Pero has de tener presente que esto va a estar siempre en mi mente y en mi corazón. Por eso por favor no me pidas que lo olvide porque soy incapaz, es superior a mi. Lo siento. Y cada año, a los 14, a los 15 y a los 16 se repite esta misma imagen frente un espejo, es como el destino o una maldición, supongo que hasta que no pague por mi dolor no parará de sangrar mi herida, esta herida por ti.

Yo no quiero estar así, porque sufro cada vez que sucede, pero no puedo evitarlo, aunque en presencia de la gente estoy bien, me rasga, me hunde la ira por ella y cada vez que intento no llorar, no lo consigo es tan grande mi amor por ti y por eso me duele.
Sabes que no te voy a dejar, soy incapaz, solo quiero la verdad, aunque me duela, entonces me quedaré tranquila, porque tu me dices que no y otra gente me dice que si y podría ser que tu me lo dijeras para no perderme, y yo solo busco la verdad, en el fondo debe ser esa la raíz de mi sufrimiento.
No se a quien debo creer porque no quiero creer a nadie solo quiero saber que pasó en realidad, no en mente ni en boca de nadie. Por Dios tampoco será tan difícil que alguien me la diga tengo derecho a saberlo.

Ojalá alguien entendiera mi dolor y no me dijera: ‘Olvídalo, ya hace tiempo’, porque para mi corazón el tiempo no existe, porque a mi corazón no le importa el tiempo solo la acción, si alguien comprendiera esto tan fuerte que siento y que me oprime el alma, que me estruja como a una bayeta por dentro y no me deja vivir.
Nadie me entiende por mi forma de ser, o tal vez porque soy demasiado sensible, o porque te quiero demasiado aunque yo solo me de cuenta en esta situación.

Yo estoy segura que nadie nunca me va a ver peor, solo cuando esto sucede, la única vez que me pongo así es cuando ella o alguien relacionado se interpone entre nosotros con dudas y abriendo mi herida.

Lo peor de todo es que nunca sabré la verdad, en realidad nadie nunca me la dirá porque aunque yo crea en alguien eso no confirma lo que es, solo me serviría una foto( pues la vida me ha enseñado a no confiar en nadie, pero aun así cuando me digan que pasó siempre me va a doler y cuando me digan que no pasó nada se dibujara una sonrisa, a consecuencia de mi inocencia e ingenuidad, puede que me engañe a mi misma, pero la realidad es otra) y los testigos no son nada en esta historia, pueden ser compinches o no se.

Solo confío en que algún día todo esto se acabe y mi herida entonces se convierta en cicatriz.

Por favor escúchame, escucha a mi corazón y sana mi herida, dame una señal, dime la verdad, poco a poco esta herida se va convirtiendo en parte de mi piel y el sufrimiento parte de mi día a día. No me dañes con más mentiras y dudas.

¿Cómo puede ser que algo tan lejano sea el centro de mi vida cuando vuelve a mí el recuerdo y los testigos? ¿Cómo puede ser que este odio dure tanto y sin conocerla?

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Solo la ilusión trae desilusión.

Amamos generosamente, sin esperar nada a cambio. Al principio una mirada suya seria todo.
Cuando dice: Me gustas, se abre una gran puerta. 
Cuando nos da la mano por vez primera, notamos un cosquilleo alucinante. 
Cuando dice: Te quiero, nos tiembla todo el cuerpo y queremos que nunca se acabe ese momento, ese sentimiento tan bonito y reciproco.


Nos amamos durante meses, construimos una historia, esperamos su llamada, miramos el reloj impacientemente esperando la hora en la que hemos quedado. Cuando nos despedimos al fin, después de 15 minutos diciéndonos adiós, dándonos besos, recordando cuantisimo nos vamos a exar de menos, llegamos a casa y hablamos por teléfono o nos enviamos mensajitos.
Es precioso sentirse amada y amar a la vez.
Lo que no nos gusta es cuando empiezan a evitarnos, cuando necesitan su espacio.
Cuando nos rompen el corazón, en solo un segundo.
Y no volvemos a confiar en nadie, creemos que en otra vida hemos hecho algo horrible, o que no nos merecemos eso. Lo damos todo y nos rompen la vida.
Pensamos que ya nadie nos va a querer y que no podremos vivir una historia mas bonita...
Pero no es así, cuando menos lo esperamos aparece un ángel que nos hace ver la vida de otro color.
Al principio tenemos miedo de amar, pensando en que si nos dejamos llevar y amamos profundamente corremos el riesgo de que nos vuelvan a hacer pedacitos, pero arriesgamos. (Quien no arriesga no gana)
Nos curan las heridas y nos enseñan a confiar.
Esta vez puede que si nos hagan felices, y que todo lo mal que lo hemos pasado anteriormente ahora se convierte en felicidad y amor.


Todas somos princesas de nuestro cuento de hadas, y si no perdemos la esperanza cada hada madrina hará nuestros sueños realidad.
Y a cada cerdo le llega su San Martín. 

lunes, 8 de noviembre de 2010

Salida

No veo nada. Está muy oscuro. Hace frío. Corro, corro con todas mis fuerzas, estoy en un lugar extraño y húmedo. Es como estar en medio de la nada huyendo de algo que no hay. 
No se hacia donde ir, solo corro sin mirar atrás. Tengo la necesidad de escapar lo más lejos posible, aunque las ganas superen a mi velocidad, y a mi capacidad de resistencia.
Se que hay algo al final del camino, algo que aun desconozco. 
Sigo corriendo, y sigue estando oscuro, hay una piedra, tropiezo, caigo y me levanto. Me duelen las rodillas y todo el cuerpo en general, mi corazón late a un ritmo que nunca pensé que pudiera latir, se aceleran mis pulsaciones. La mezcla del sudor y el frío me provoca escalofríos.
Tengo la necesidad de encontrarte, se que existes, pero no se donde estas. ¿Salida cuando llegarás?
De repente choco con una pared, se que me he hecho una herida en la cabeza, pero no importa sigo corriendo aunque me duelan hasta las pestañas.

En algún momento pienso en rendirme, en sentarme a descansar y abandonar esto. Pero decido que no puedo tirar la toalla ahora, que quizá con unos metros más haya llegado al final, y sin embargo abandonando habré hecho todo el esfuerzo en vano.

Por fin parece que veo algo, una suave luz, que cada vez se hace más grande. Me siento orgullosa por haber llegado al final, porque he logrado escapar. Todavía no he parado de correr.
Caigo, voy cayendo sin frenos, noto que desciendo a toda prisa por algún lugar. Me sumerjo en agua; está caliente y contrarresta con el frío que sentía en el cuerpo. 
Ahora nado hacia la orilla y al fin toco tierra con los pies. La arena de la playa quema, hace mucho sol, me tumbo a descansar. Duermo.

Voy despertando, tengo mucho sueño y estoy cansada aún, me duele todo el cuerpo. Siento una mano en mi espalda, alguien me abraza, me giro y te veo.
Es la primera vez que cruzamos las miradas y parece que te conozco de toda la vida.
Por primera vez en mucho tiempo siento paz, calma, tranquilidad, amor. Y deseo quedarme así, contigo para siempre.

No me equivocaba cuando seguía corriendo aunque estuviera cansada, aunque me doliera todo el cuerpo, se que nada en el mundo ha valido tanto la pena.
Ahora entiendo que mientras huía hacia alguna parte, solo estaba buscándote a ti. 
Mi única y mejor salida.